-Cololó, cuéntele a su tata como le fue por la ciudá. ¡Qué alegría que haiga vuelto!
-Güeeenas tata. ¡No sabe cómo lo extrañé tatita!
-Cuentemé Cololó ¿Cómo están los primos? ¿Qué le pareció el pueblo con tanto automotor y tantas casas altas?
– ¡’Ta güenazo tata!
-Entonce… ¿va a volver pa’ las próxima vacacione?
Cololó, cuéntele a su tata como le fue por la ciudá. ¡Qué alegría que haiga vuelto!
-Güeeenas tata. ¡No sabe cómo lo extrañé tatita!
-Cuentemé Cololó ¿Cómo están los primos? ¿Qué le pareció el pueblo con tanto automotor y tantas casas altas?
– ¡’Ta güenazo tata!
-Entonce… ¿va a volver pa’ las próxima vacacione?
-¡¡Nooo!! Quiero decir…no se vaya a creer tata. No se enoje ¿no? pero algunas cosas no entendí muy bien.
-A ver, cuentelé a su tata ¿Jugó con los primos del pueblo?
-Sí… pero más bien en el apartamento, ellos no salían mucho, yo pa’ mi que ni caballo tenían.
-Pero Cololó…¡cómo se le ocurre! Los primos andarían en auto…me imagino.
-Sí. La primera vez juimo a una casa machaza que tenía unas escaleras que te suben y te bajan sin tener que mover las patas, como corral de ovejas pero te lleva p’arriba y pa’bajo. Tenía muchos kioscos, uno pegadito al otro. Creo que se llama Yoging.
-Chopin bruto, chopin se llama. ¿Y ahí que hicieron?
-Caminamos mirando pa’ dentro de los kioscos.
-¿Y eso es entretenido?
-¿A usted qué le parece tata? Dos horas mirando los kioscos. A los primos creo que les gustaba. Ahí me metieron en una casa donde nos dieron de comer unos chorizos redondos.
-¿Chorizo redondo?
-Sí…redondo y achatao. Halburguesa creo que se llaman… con unas papas de plástico.
-¿Y no jugó al fútbol con los primos?
-Sí…al fútbol sí, pero sentao.
-Ahh, ¿estaba de suplente en el banco?
-No…
-¿Pero jugó o no jugó al fútbol?
-Sí….al Finfa 2000. Pero ni me cansé.
-¿No se cansó?
-Ni traspiré tata, y eso que cuando hacía un gol mis jugadores se arrastraban y se abrazaban.
-¿Y a usted le gustó?
-A mí no, pero los primos gritaban los goles y se ve que les gustaba mucho porque se quedaban toda la noche jugando.
-¿Y usté?
-A mí se me cerraban los ojitos, tata.
-¡Pah! Me parece que me está mintiendo Cololó. Cometas….¿remontaron?
-Sí, también en el aparato ese.
-Gallinas ..¿No tenían?
-Sí…en el microondas.
-Y corderitos …¿no habían?
-En el frinzer. Después el primo se enfermó.
-¿De gripe?
-No…estrés.
-¿Usted es bobo? ¿Cómo tres? Usted tiene dos primos ¿O volvió más bobo?
-No, estrés se llama la enfermedad. Porque los tíos quieren que los primos hablen distinto a los demás y los mandan a aprender a hablar como los de las películas y cuando salen van a computación y a karate y a catecismo y dice que si una persona humana cuando es niño va a todos esos lados a la vez , le viene el estrés. ¿Yo no tengo que ir tata no?
-No Cololó, quedesé tranquilo, a usted nunca lo va a atacar el tres ese. ¿Y no fueron a pescar?
-Sí…pero más o menos.
-¿Cómo más o menos? O jué o no jué. Ya me lo imagino Cololó…sentadito….el arroyo correteando casi cayao entre los arenales, el fueguito comiéndose los palitos secos de los sarandises, , un martín pescador rompiendo el espejo del agua, el sol escondiéndose atrás de la isla de eucalito, ya me lo imagino Cololó… los aparejos bien atendidos, los bicho e luz empezando a pestañear, los…
-No tata, nada de eso. Jué en el chopin ese que le conté, en una máquinas, pero sin lombriz ni caña, ni nada.
-Me esta embromando Cololó, ¡Cómo va a pescar sin cañas! ¿Y no vio ni una puesta del sol?
-Sí, una vez, en una película de vidé que alquilaron los tíos. A los primos le gustó.
-¿Y no salieron a correr, a jugar por ahí?
-Sí correr… corríamos.
-Me lo imagino Cololó… saltando charcos, trepando callecitas de tierra, bajando laderas de piedras sueltas, vivoreando caminitos entre las chircas, esquivando las espinas de cruz, juguet……
-No tata, no. Los primos corren en unos aparatos que se llaman cintas.
-¿En el patio?
-En el dormitorio tata.
-¿Y qué más Cololó?
– Una noche con los primos salimos con unas capas y unos gorros ¿no? Entonces el primo me dijo ¿Dulce o truco? Y yo le dije: retruco. Y todos se reían de mí, pero yo no entendí muy bien por qué se reían. Después con unas calaveras y con unos zapallos con caras, zapallos como de tronco pero de color naranja, como pa hacer dulce, de zapallo ¿no? salimos a las casas ¿no?
-¡¡Havoline!!
-¿Eh?
-Havoline se llama eso Cololó. Yo escuché algo en la arradio. ¿Y qué tenían que hacer?
-Con los disfraces puestos íbamos y pedíamos caramelos.
-¿Y su tata no le dio plata antes de salir? ¿Yo no le dije que trabajo todo el día pa que no le falte nada y pa que no ande de méndigo por ahí? ¿Y qué más hacían?
Los primos decían que había vampiros y brujas y se ponían gorros negros y colmillos y se colgaban arañas. Se subían a unas escobas, y decían que había espíritus, y que venían los fantasmas y los muertos…y…. Tata…
-¿Qué Cololó?.
-No me mande más al pueblo…acá está güenazo…. aunque no haigan halburguesas ni Javolines.