Creo en vos, flaca poderosa,
creadora de mis sueños y alegrías.
Y en los gurises –nuestros señores-
que fueron concebidos por obra nuestra
Creo en vos, flaca poderosa,
creadora de mis sueños y alegrías.
Y en los gurises –nuestros señores-
que fueron concebidos por obra nuestra
y con mucha gracia.
Nacimos en algún verano de Florida,
padecimos bajo el poder del general de turno,
Sin crucificarnos
descendimos a intermedia.
Al tercer hijo resucitamos de entre los mortales.
Subimos al Este
Y aquí estoy, sentado a tu diestra , flaca poderosa,
Desde allí juzgas mejor a los vivos y avivados.
Creo en vos, en el espíritu un tanto,
en la comunión muy poquito, el “perdón que no he pecado”, tus estofados de carne
Y el amor interminable.
Amen