-Pai nosso que estás no cielo. Santificado seja o vosso nome…
-¿Quién es? ¿Quién me está rezando a esta hora?
-Sou eu… David Luz. ¡Oh meu Deus! ¿Vocé me escucha cuando rezo?
-Claro que te escucho, pero no alcanzo a verte desde acá arriba. Hay mucha gente en ese estadio.
-¡Acáááá! O borde del área, arrodillado cerca o arco do Brasil, con camisa amarela con o número quatro.
-Veo mucho pelo por esa zona. ¿Estás debajo de todo ese pelo?
-¡Deus! ¡Eu no podo creerlo! ¿Vocé acá, en el Mineirao, en medio de um jogo de futibol?
-Claro, Dios está en todas partes, pero… ¿por qué no atiendes el juego? Hace unos minutos que empezó y sigues arrodillado. ¿Para qué me llamaste? A la tarde duermo siesta y acabas de despertarme.
-O que acontece é que eu acho que tem que ayudarnos a ganhar o jogo.
-Sí, pero me han llamado de otros países por lo mismo. ¿Puedo preguntarte algo?
-Sí, meu Deus.
-¿A quién te pidió Scolari que marcaras?
-A uno flaco que joga con o número 13.
-¿La camiseta dice «Müller» en la espalda?
-Sí…mais ¿por qué esa pregunta?
-Porque están por tirar un corner y desde acá veo que está solo en el segundo palo. Yo que tu me voy parando y largo el rezo.
-Ya estoy por acabar. ¿E agora que aconteceu? ¿Por qué eles estáo gritando?
-Müller acaba de vacunarlos.
-¡Oh nooooo! Creio em um so Deus, Pai todo-poderoso, criador de céu e da terra, de todas as coisas visíveis e invisíveis…
-Daaaavid Luiiiiz.
-Eu nao posso atenderlo. Eu estou falando con Deus.
-Yo soy Dios.
-Con razón daba ocupado. Se había cortado, meu Deus. Eu decía que estoy procurando um gol pra empatar o jogo.
-Dos. Ahora necesitas dos para empatar. Klose acaba de meterte el segundo.
-¡Oh no! Santa María Mae de Deus, rogai por nos pecadores…
-David Luiz… ¿por qué llamas a la virgen si estás hablando conmigo? Decídete. Si vas con los intermediarios cortamos acá. Nunca vas a conseguir mejor precio con un intermediario que con la casa central.
-Melhor falo con vocé.
-Kross.
-¿Bicicross?
-No. Kroos les hizo el tercero mientras estabas rezando. Yo que tú largo la arrodillada, me paro y arranco a pegarle a alguno.
–Ya me paro.
-Kroos.
-Sí, vocé ja me ha dicho.
-No. No te lo he dicho: creo que Kroos en alemán quiere decir «mucama», porque acaba de hacerte el cuarto.
-Eu creo que eso es o replay.
-Pequeño garoto…
-Eu te escucho.
-Kedira.
-Sí. ¡Qué dirá Scolari!
-No pequeño garoto. Kedirá te metió el quinto. Yo que tú le ato las patas con el rosario o le tiro con una vela prendida. Eso que ves pasar cada tres minutos no es la procesión del Cristo Redentor. Son los tanques alemanes rumbo a tu arco. Déjate de repartir estampillas y trata de hacerles tragar un zapato. Pequeño David…opérate a uno por lo menos.
-Pésame, meu deus, eu me arrepento de haber ofendido sinceramenti. Pésame para o infierno que merecía e eu perdi o céu…
-Davicitooo. Shurrle.
-¿Qué coisa e Shurrle?
-Shurrle en alemán quiere decir seis.
-¡Noooo!
-Te mentí. Shurlle en alemán quiere decir siete.
-¡Bastaaaaaaaa! Melhor eu te llamo en quinta feira y pido pra ganar el tercer puesto.
-No, el jueves no me llames. Ese día quedó de llamarme Dilma. Ella arrancó a rezar antes que tú.
-¿Sexta feira?
-Menos. El viernes quedó de llamarme Blater, el sobrino, Grondona y el hijo.
-Entonces eu te llamo o domingo.
-Ni sueñes, el domingo juega el cuadro de Pancho la final contra Alemania.
-¿Contra Alemania? entonces arranca a rezar agora algums padrenuestros.
-¿Cuántos?
-Pelo menos sete… acho que vocé e Pancho vai precisar.
Marciano Durán
Crónicas marcianas y mundialistas.
Julio del catorce.